¡Hola a todos!
En este post trataremos sobre el
bloqueo literario.
Resulta que todos tenemos dentro
un creador y un crítico. EL CREADOR es
el que se apodera de nosotros en la primera fase de la escritura, es ese al que
damos rienda suelta, al que dejamos desbocar sobre el papel y con él cual
disfrutamos inventando, transformando y creando todo tipo de historias.Cuando el creador ha terminado su
trabajo llega el turno de EL CRITICO. Aunque
parece que este hiciera el trabajo sucio, no es así, es un complemento del creador. El crítico es el que empieza a
juzgar, el que dice que la primera frase es cursi, el que cree que al personaje
le falta fuerza, al que no le gusta la historia, al que no le gusta el
narrador, ó el final, etc.
¿Qué sucede cuando uno de estos
individuos llega a destiempo en el proceso de escritura? El bloqueo literario. Me explico, cuando te enfrentas a la hoja
en blanco y ya tienes en la cabeza una idea que quieres plasmar, debes hacerlo,
debes escribirla, déjale eso al creador, escribe todo lo que te apetezca y se
te ocurra. Si en la primera línea empiezas a pensar que es muy cursi, o que es
un mal comienzo para un cuento es porque se te ha adelantado el crítico.
Cuando el crítico se adelanta no
nos deja escribir, por alguna extraña razón somos muy duros con nosotros mismos,
no debería ser así, para eso estamos practicando y nos estamos informando,
preparando. El mejor momento para el crítico
será en el segundo encuentro que tengas con tu texto ya terminado. O sea, que
escribes una historia con su estructura tradicional (inicio, nudo, desenlace),
la dejas en reposo, por lo menos de un día para otro, es lo que yo suelo hacer
y cuando la vuelvo a leer es cuando traigo al crítico. Así tengo una mirada más objetiva que la que tenía el día anterior
cuando estaba totalmente poseída y cegada por la inspiración. Es ahí cuando
descubro, en mi caso, que tengo dos párrafos idénticos al inicio del cuento,
que le falta fuerza a la historia, que repito la misma palabra varias veces en
un párrafo, etc.
¿Cómo resolver el bloqueo?
Lo primero es no darle tanta
importancia, es un bloqueo creativo como cualquier otro y surge para no dejarnos
escribir tonterías, pero ¿Qué es mejor? ¿Escribir tonterías y luego corregirlas
y reescribirlas ó tener una hoja en blanco?
No debemos crearnos demasiadas
expectativas con lo que escribimos, no se debe pensar que será el mejor poema,
ni el relato más premiado, ni imaginar nuestros textos en antologías. Lo
importante es disfrutar del proceso, de la creación, de la corrección y del
aprendizaje.
Algo muy importante es no caer en la procastinación,
es decir, postergar nuestros escritos cada vez que nos sentemos frente a la
hoja en blanco. Lo ideal es escribir y escribir.
Para cerrar el post les voy a recomendar la escritura automática. Consiste en dejar la mente en blanco, y ya
sea por medio de un lápiz, bolígrafo o si tenemos más experiencia, el teclado
de un ordenador ir escribiendo todas aquellas palabras que nos vienen a la
mente cuando no pensamos en nada. Una norma para llevar a cabo este ejercicio es
no corregir, no nos vamos a preocupar por las tildes, por los signos de
puntuación o si escribimos v en vez de b y viceversa, cierto que escribir
correctamente es importante, pero si nos ponemos a corregir, nuestro cerebro
crítico y correcto se pondrá a corregir todo lo que hayamos escrito,
empezaremos a pensar “esto es absurdo” y el ejercicio perderá su valor.
Esto suelo hacerlo muy a menudo,
siento que me relaja y me saca cosas de la cabeza. Les dejo el resultado de mi
primer ejercicio de escritura automática.
Como
todo siempre, el cielo, calor, la piel seca, un agapornis,
sentada, me duele, tengo sed, sueño, y los ojos de sueño, tengo que ir a la pelú, más
gorda, lo odio, si , si se va no lo sé, lo quiero, se va , la niebla, el sueño, no quiero pelear, lloro ,no quiero pelear, a veces, siempre a
veces, no lo sé, nunca, otra vez no quiero, otra vez peleo.
No tiene mucho sentido, aunque
luego con él tiempo empiezan a tener un poco más de coherencia, es un ejercicio
para relajar la mente y expulsar lo que hay por ahí. De algunos de estos
ejercicios me han salido buenas ideas y a veces alguno tiene forma de micro
relato, claro, después de haber pasado por manos del crítico. Lo que también podéis
hacer es escribir una historia a partir del producto del ejercicio.
¡Ánimo! Nada de postergar el
momento de escribir.
Un abrazo fuerte
No hay comentarios:
Publicar un comentario